En mis clases intentó transmitir una actitud correcta, seriedad en la práctica, respeto hacia uno mismo y los demás y amor por el Yoga. La pasión con la que se puede llegar a practicar es el motor que nos mueve por dentro. Lo que hace vibrar cada poro de la piel, lo que permite realmente que surja lo que llevamos dentro y poder alcanzar sensibilidad, armonía, y equilibrio.
Para ello en mis clases pongo gran empeño en el trabajo diario, en la práctica personal y en la gran sutilidad y precisión que esta disciplina conlleva.